El presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus, ha valorado el apagón que afectó ayer a buena parte del país, incluida Sevilla, con un mensaje de preocupación, reconocimiento y llamada a la reflexión sobre el modelo energético actual.
“Lo hemos vivido con mucha preocupación, especialmente por la seguridad de las personas”, ha señalado Rus. “Trenes detenidos, semáforos sin funcionar en momentos clave, trabajadores atrapados en ascensores o con dificultades para recoger a sus hijos… Fue un caos”, ha resumido.
Rus ha querido destacar el comportamiento solidario y ejemplar de los ciudadanos y los cuerpos de seguridad y emergencias, como la Policía Local, Nacional, Guardia Civil, y todos aquellos que colaboraron para aliviar los efectos del corte eléctrico.
El presidente de la CES ha hecho hincapié en la actitud de los empresarios sevillanos, que una vez más demostraron su compromiso con la sociedad. “Hosteleros que ofrecieron comida y refugio, comercios y supermercados que hicieron todo lo posible para seguir atendiendo a sus clientes, hoteles que pusieron a disposición sus generadores, clínicas que continuaron operando, guarderías que esperaron a que los padres pudieran recoger a sus hijos… Debemos sentirnos muy orgullosos”, ha afirmado.
Desde el punto de vista económico, la valoración es clara: “el impacto ha sido un desastre”. Según Rus, si la estimación nacional asciende a unos 1.600 millones de euros, la pérdida en Sevilla podría rondar los 50 millones, aunque advierte de que la cifra podría ser mayor debido a las fechas señaladas: “Con el puente y la Feria de Abril a la vuelta de la esquina, y siendo ayer el primer día de descarga para muchas empresas, el retraso supone un perjuicio serio”.
Miguel Rus ha insistido en que es el momento de trabajar intensamente y reflexionar sobre la política energética del país. “Llevamos más de un año advirtiendo desde la patronal sobre la necesidad urgente de mejorar los sistemas de generación y distribución de energía”, ha recordado.
“Necesitamos energías renovables, pero también debemos mantener abiertas otras opciones como la nuclear, sin descartar futuras fuentes como el hidrógeno. España debe aumentar su capacidad de generación y asegurar una energía que sea estable, distribuible y competitiva”.
Por último, Rus ha lanzado un mensaje al Gobierno: “El coste actual de la energía en España está muy por encima del de otros países europeos y compromete seriamente nuestra competitividad. Sustos como el de ayer no ayudan a fomentar la inversión ni la confianza empresarial”.