El Ayuntamiento este miércoles somete a aprobación en la Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente el nuevo procedimiento a las necesidades empresariales trabajado con Gaesco y el Colegio de Arquitectos de Sevilla.
Hasta ahora, un proyecto que necesitara calificación ambiental debía seguir dos tramitaciones distintas: la ambiental, que evaluaban los técnicos de Medio Ambiente, y la urbanística, que la llevaban los propios técnicos de Urbanismo. Esta separación provocaba duplicidades en cuanto a la documentación y alargaba el tiempo de espera, especialmente en la calificación ambiental. El cambio planteado supone, con todas las garantías de seguridad jurídica y sin restar un ápice a la rigurosidad del procedimiento administrativo, unificar en un procedimiento más rápido, ágil y corto la obtención de la licencia de obras, la calificación y la licencia de actividad.
Otra de las claves de la propuesta, según el Ayuntamiento, que será evaluada por la Comisión Ejecutiva es que se reduce la carga de documentación al eliminarse toda aquella no exigida por el ordenamiento jurídico para un procedimiento concreto. Es decir, el informe de calificación ambiental se redimensiona al no reclamarse a los empresarios o ciudadanos en general documentación sobre elementos no exigibles normativamente, unos elementos que ya estarían incorporados y evaluados al solicitar las licencias urbanísticas.
La calificación ambiental se exige a determinados tipos de negocio antes de la concesión de la licencia de actividad, como los establecimientos de hostelería, los hoteles, los supermercados, la actividad industrial, las residencias de estudiantes, las residencias de mayores privada, los auditorios o teatros, los grandes comercios o los parques infantiles. El objetivo es reducir a la mitad el tiempo, de forma que las licencias urbanísticas y la calificación ambiental se otorguen en un plazo medio de seis meses. Este procedimiento permitirá, a su vez, acelerar el desatasco de expedientes que sufren demora por carecer de calificación ambiental. “Todo esto nos va a permitir una mayor coordinación técnica, una optimización de recursos, una reducción de tiempos, una facilidad de respuesta para el administrado y una integración real y funcional en la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente”, según Antonio Muñoz.
“La reducción del tiempo y la seguridad jurídica serán un elemento clave, una palanca para que los inversores constaten en Sevilla un tractivo, que perciban que sus proyectos se pueden aprobar y poner en marcha en un tiempo razonable. Y no sólo los grandes proyectos, sino también para los proyectos de barrio”, ha destacado Juan Aguilera, quien ha añadido que, por primera vez en décadas y tras muchos gobiernos municipales, “se pasa de la teoría a la práctica” en la necesaria simplificación y agilización administrativa.
La unificación de la licencia de obras, la calificación ambiental y la licencia de actividad es un paso sustancial en la estrategia de simplificación y agilización administrativa en la Gerencia, y que previamente ha tenido otros ejemplos, como la reforma de la OROA, la modificación de competencias de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente para la integración efectiva de ambos servicios municipales, la nueva RPT, la ventanilla única de tramitación, la integración del personal, la implantación telemática para las declaraciones responsables con técnico o la guía de tramitación para las licencias.