Sevilla y Marruecos por vía aérea, más cerca. En un paso significativo para el fortalecimiento de las relaciones hispano-marroquíes, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha recibido hoy en la Casa Consistorial al consejero de Su Majestad el Rey de Marruecos y copresidente de la Fundación Tres Culturas, André Azoulay. La reunión ha marcado el inicio de un ambicioso proyecto de conectividad aérea que pretende establecer una ruta directa entre Sevilla y la ciudad marroquí de Esauira.
El encuentro, que se ha desarrollado en un ambiente de cordialidad y colaboración, ha permitido resaltar la importancia histórica y estratégica de los lazos entre Sevilla y Marruecos. El alcalde Sanz ha subrayado que Esauira es un enclave clave en el turismo y comercio de Marruecos y ha enfatizado que esta conexión aérea directa supondría un impulso para la economía, la cultura y el tejido empresarial de ambas ciudades. “Sevilla ha sido siempre un puente entre Europa y el norte de África, y queremos seguir reforzando esa posición”, ha afirmado el primer edil.
Por su parte, André Azoulay ha destacado la voluntad común de fomentar proyectos que contribuyan al desarrollo y la cooperación bilateral. La posibilidad de establecer una conexión aérea Sevilla-Esauira responde a una creciente demanda de movilidad y busca potenciar tanto el turismo como las oportunidades de negocio y colaboración entre empresas e instituciones de ambas ciudades.
La iniciativa no solo refuerza el papel de Sevilla como centro de conexiones internacionales, sino que también se enmarca dentro de una estrategia más amplia de la ciudad para potenciar su proyección internacional. En este sentido, el respaldo de la Fundación Tres Culturas se convierte en un aval fundamental para garantizar el éxito de este proyecto.
La reunión entre José Luis Sanz y André Azoulay supone un paso importante en la consolidación de Sevilla como un centro de conexión entre Europa y el Magreb. La propuesta de una ruta aérea directa con Esauira no solo tiene un impacto positivo en el turismo, sino que también puede convertirse en un motor de desarrollo económico y cultural para ambas ciudades. La iniciativa es acertada y refuerza la imagen de Sevilla como una ciudad abierta a la cooperación internacional y a la dinamización de sus relaciones con el mundo árabe.