El Pleno extraordinario celebrado el miércoles 15 de enero en el Ayuntamiento de Sevilla ha dado luz verde al proyecto de presupuesto municipal para 2025, con una cifra global de 1.058 millones de euros. La aprobación se logró gracias al respaldo del Partido Popular (PP) y Vox, tras un acuerdo alcanzado con el Gobierno local el pasado 10 de enero.
Sin embargo, el resto de las formaciones políticas han rechazado las cuentas públicas, calificándolas de «insuficientes y regresivas». Han señalado que incorporan elementos propios de «la extrema derecha» en un marco presupuestario que consideran «irreal». A pesar de las críticas, el equipo de gobierno ha lamentado el «bloqueo sistemático» de estas fuerzas y ha señalado que, aunque registraron dos enmiendas a la totalidad, estas fueron rechazadas en una votación previa.
Sonia Gaya, portavoz de Hacienda del Grupo Socialista, ha criticado duramente el proyecto, tachándolo de «ejercicio de trilerismo» y denunciando la gestión de contratos menores como un intento de «eludir a Intervención». Gaya también destacó que las partidas para educación, cultura y deporte son «de traca» y afirmó que el apoyo de Vox a este presupuesto confirma que «el Ayuntamiento se ha convertido en un experimento de la ultraderecha».
Desde la bancada de Con Podemos-IU, las críticas no han sido menos contundentes. Su portavoz adjunto, Ismael Sánchez, subrayó que una modificación presupuestaria de apenas 800.000 euros, derivada de la aceptación de 16 de las 20 enmiendas presentadas por Vox, «no justifica un cheque en blanco a la extrema derecha».
La sesión, que se centró exclusivamente en este tema, no estuvo exenta de tensiones. En el Salón Colón, varios asistentes fueron desalojados por orden del presidente del Pleno, Manuel Alés, debido a la exhibición de pancartas y la emisión de gritos, lo que interrumpió y provocó varios desalojos de parte del público asistente en el Salón Colón, por indicación del presidente del Pleno, Manuel Alés, «por exhibir pancartas y proferir gritos».