Ante la que tal vez sea la última oportunidad para salvar los muebles en la nueva PAC, ASAJA-Andalucía y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía han instado hoy al Ministerio de Agricultura a reconsiderar la configuración de las regiones productivas y de los ecoesquemas, las dos medidas más importantes del Plan Estratégico nacional de la PAC, cuyo diseño perjudica gravemente a los agricultores y los ganaderos andaluces, que perderán 500 millones de euros si el departamento de Luis Planas no contempla en su propuesta final las demandas que en el último año han trasladado todas las organizaciones representativas del campo andaluz.
Los últimos documentos de trabajo a los que ASAJA y Cooperativas Agro-alimentarias han tenido acceso no recogen -una vez más- ninguna de las demandas de Andalucía, mantienen no sólo la reducción del número de regiones productivas (que pasan de 50 a 20), sino también una configuración de las mismas muy lesiva para Andalucía, pues algunas de las comarcas agrarias que más ayudas de pago básico generaron en las provincias de Sevilla, Jaén o Huelva quedan degradadas y se integran en regiones menos productivas.
En el caso de los ecoesquemas, los documentos ministeriales hacen oídos sordos a la propuesta andaluza de vincular esta nueva arquitectura medioambiental a las regiones productivas, lo que provocará un descalabro económico en Andalucía y un trasvase de ayudas desde esta región a otras comunidades.
Además de estos dos aspectos, es preocupante la redacción actual de la condición de agricultor activo, que de no corregirse puede perjudicar seriamente a las explotaciones andaluzas más profesionalizadas y dimensionadas, y que representan la agricultura asociativa de la comunidad.
El impacto de estas medidas será dramático para los agricultores y los ganaderos andaluces, que en la actual crisis provocada por el incremento de los costes se aferran a la PAC como única vía para salvaguardar la rentabilidad de las explotaciones andaluzas. Los datos aportados por la Consejería de Agricultura de Andalucía ponen de manifiesto que, si el Ministerio de Agricultura no rectifica, la nueva PAC provocará que 750.000 hectáreas de secano pierdan el 30% de sus ayudas actuales, 700.000 hectáreas de olivar sufran una merma de más del 25% de las ayudas percibidas en el periodo actual y todo el regadío andaluz vea reducidas entre un 30 y un 40% sus ayudas.
Estos últimos documentos de trabajo han puesto de manifiesto un nuevo agravio al campo andaluz, en concreto a sus olivares con dificultades específicas y alto valor ambiental, que por sus características se quedarán sin la nueva ayuda asociada al olivar, que beneficiará a los olivareros de otras comunidades autónomas. El diseño de esta nueva ayuda, que había generado tantas expectativas entre los olivareros tradicionales de molino y de aceituna de mesa (ambos en una crisis permanente por sus elevados costes y sus necesidades de mano de obra), excluye a las plantaciones de regadío y a las de más de 80 árboles cuando la pendiente es inferior al 25%, una condición que deja fuera a gran parte de los olivareros andaluces con este tipo de explotaciones, que no podrán acogerse a esta ayuda asociada para la que el Ministerio ha destinado un fondo de 27,59 millones de euros.
Las organizaciones también han recordado que el Plan Estratégico propuesto por el Ministerio de Agricultura viene a complicar más si cabe la gestión técnica y económica de las explotaciones agrarias, lejos de la simplificación administrativa anunciada por la Administración y que tanto anhela el sector productor.
A estos documentos de trabajo, que conforman el último borrador del Plan Estratégico de la PAC, se pueden hacer aportaciones hasta el 15 de junio, por lo que tanto ASAJA-Andalucía como Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía van a intentar que se mantenga la unidad de acción de todo el campo andaluz para reiterar las demandas que se han venido trasladando durante todo el último año.
El campo andaluz está probablemente ante la última oportunidad para mejorar el Plan Estratégico de la PAC y evitar que se produzca un agravio comparativo de consecuencias irreversibles. Si el Ministerio de Agricultura persevera en su hoja de ruta, se estará perpetrando un atentado contra la capacidad productiva, contra el empleo y contra la viabilidad y la economía de las explotaciones agrarias de la comunidad, además de consagrar la peor reforma de la historia de la PAC para la principal región agraria de España, que no es otra que Andalucía.