En la provincia de Sevilla, el mes de noviembre se cerró con 177.288 personas desempleadas. Si lo comparamos con el pasado mes de octubre, el número de parados ha descendido en 3.481 personas (1,93%), una bajada que se produce en todos los sectores, salvo sin en empleo anterior, y, especialmente, en los servicios debido a las contrataciones periodo navideño. En relación con el mismo mes del pasado año, también se produce una disminución de 8.839 desempleados, lo que supone un descenso porcentual del 4,75%. Por tanto, la tasa de paro en Sevilla es de un 18,43%, de población activa de 961.700 personas.
Estas cifras ponen una vez más de manifiesto el gran esfuerzo del tejido empresarial de la provincia de Sevilla por recuperar y mantener los empleos, en un entorno difícil y de gran incertidumbre marcado por el alza inflacionista y las fuertes subidas de los materiales y las energías, lo que incrementa muchísimo los costes empresariales y hace perder rentabilidad a las empresas, incluso muchas trabajan a pérdidas en estos momentos, y el descenso del poder adquisitivo de las familias.
La receta para salir de esta situación es tener más empresas, más grandes y mejores, que sean más industriales y digitales, que se incentive su crecimiento y su unión, para garantizar un futuro y poder competir en un mercado cada vez más global y generar más puestos de trabajo. Sevilla tienen que ser una ciudad empresarialmente competitiva, y para ello tiene que haber una política presupuestaria y fiscal que favorezca la inversión y la actividad productiva.
Hay que atraer empresas que vengan, se instalen e inviertan en Sevilla. En este sentido, es crucial la inversión en infraestructuras, y, en este sentido, Sevilla es la gran olvidada. Según la Airef, Sevilla es la provincia española que menos inversión en infraestructuras ha recibido desde 1985 y esto se traduce en obras fundamentales para su futuro inacabadas, paradas durante años, como el cierre de la SE-40, la Red Completa de Metro, la conexión Aeropuerto – Santa Justa, la ampliación del Museo de Bellas Artes o una mayor eficiencia de la Red de Cercanías, entre otras.
También es necesario acelerar la ejecución de los fondos europeos y asegurar la llegada de este importante estímulo económico a las empresas, pymes y autónomos, de tal manera que sean palancas generadoras de empleo y se pueda maximizar su impacto en la sociedad.